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Escrito por Tomas Mika - 7 de agosto de 2025

¿Cómo funciona el consenso en Ethereum?

El consenso en Ethereum

Introducción: Sobre el consenso.

El documento fundacional de bitcoin, su white paper, cierra diciendo que lo que se acaba de explicar es "un mecanismo de consenso". Unos años después, la palabra consenso se repite 14 veces en el Whitepaper de Ethereum.

¿Por qué se habla de consenso en estos documentos fundacionales de la tecnología blockchain y de las criptomonedas?

Básicamente, esta tecnología encuentra gran parte de su valor en sus mecanismos de consenso. Según la documentación oficial de Ethereum.org “por «mecanismo de consenso» se hace referencia a todo el bloque de protocolos, incentivos e ideas que permiten a una red de nodos acordar el estado de una cadena de bloques”

Se podría emitir dinero digital de muchas maneras sin blockchain, de hecho se hizo, se hace y se hará. También se crean registros de información con saldos y demás datos de las cuentas que participan con dicho dinero. Lo que no se pudo resolver satisfactoriamente sin esta tecnología es hacerlo de manera descentralizada, no permisionada, anónima e incensurable.

Los mecanismos de consenso, primero de bitcoin y luego de ethereum (con sus similitudes y diferencias) permitieron todo esto de una manera notablemente eficaz. Hete ahí el gran valor de su innovación.

¿Consenso sobre qué?

Consenso, sobra decir, es estar de acuerdo. En la cadena de bloques, lo principal sobre lo que necesitamos acordar es sobre los saldos de las cuentas, y sobre el uso de las monedas. Es decir, nadie debería poder gastar el saldo que no tiene, ni gastar el mismo saldo más de una vez o gastar el saldo de otra persona. Para ello es indispensable que los que guardan una copia de la información de todas las cuentas, estén de acuerdo en una única versión de los datos, o por lo menos, la mayoría de ellos.

En el mundo físico esto se da de manera bastante natural y sencilla, puedo gastar aquellos billetes y monedas que tengo en mi poder. No puedo gastar los que no tengo, no puedo gastar los que tengo dos veces.

En el mundo del dinero digital centralizado se resuelve de manera bastante sencilla: los bancos tienen sus bases de datos y lo que dice allí funciona como verdad. Si un banco decidiera cambiar mi saldo a CERO podría hacerlo (seguramente podré acudir a ciertos mecanismos de seguridad que me permitirán más tarde o más temprano recuperar dicho saldo, pero no podré hacerlo sin la cooperación de otras personas, que por lo general tendrán mucho más poder que yo)

En la tecnología blockchain, nada de esto sucede. Un (no tan) complejo mecanismo de computación permite que cada operación que se realice siguiendo las reglas sea registrada fehacientemente en la red, los saldos actualizados y que todos los "nodos" de la red guarden una copia de la misma información sin prácticamente margen de error. A esto se le suma que nadie puede impedirme transaccionar y que no debo pedirle permiso a nadie.

Hasta aquí explicado de manera muy general, si queremos ser un poco más específicos podemos decir que el consenso se da sobre la adhesión de nuevos bloques a la cadena. Es decir que cada bloque que es agregado (que agrupa varias transacciones) es aceptado por los nodos como verdadero y válido.

Para lograr ello, el creador de Bitcoin, conocido como Satoshi Nakamoto, desarrolló un mecanismo computacional basado en la "prueba de trabajo" o "proof of work". Para poder participar en la propuesta y validación de bloques, era necesario ofrecer poder computacional a la red, que no solo implicaba demostración de soporte físico permanente al funcionamiento de la misma sino que también demostraba compromiso económico con el sostenimiento de la misma y con la verdad de los bloques que se estuviera validando. La razón por la que miles de personas aportaran sus recursos y tiempo a esto tiene que ver mayormente con los incentivos que hay para ello. Validar bloques es recompensado con criptomonedas, de donde se deriva la idea del "minado".

Ethereum, desde su origen en 2015, hasta la actualización "The Merge" en 2022, funcionó con un mecanismo de consenso también basado en "proof of work". Los mecanismos en ambas redes tenían diferencias (como por ejemplo la velocidad en la propuesta de bloques que es mucho mayor en Ethereum) pero la idea general era la misma. Tener una red de computadoras con conexión permanente, con un hardware muy potente resolviendo problemas matemáticos complejos, como requisito para poder participar del consenso de la red.

Esta "barrera de entrada" funcionaba como el principal incentivo para no realizar fraude validando bloques falsos porque estadísticamente habría mucho más por perder que por ganar (ya que para realizar fraude habría que arriesgar el poder computacional de la mayoría de la red (en el improbable caso que alguien lograra hacerse de su control)

Pueden leer más sobre el proof of work en este artículo: https://ethereum.org/es/developers/docs/consensus-mechanisms/pow/

¿Cómo funciona actualmente el consenso en Ethereum?

Para comprender cómo funciona el consenso en Ethereum actualmente tenemos que tener lo más claro posible algunos conceptos que hemos explicado en artículos anteriores. Pueden leer sobre ellos en los siguientes enlaces:

Capas de Ethereum

Nodos

Clientes

El consenso en ethereum funciona en base a un protocolo que establece una serie de reglas entre las que destaca la prueba de participación o proof of stake. En este mecanismo, los validadores si bien, lógicamente, deben correr un nodo con ambos clientes (de ejecución y consenso) no ponen en juego su hardware o energía (o lo hacen en menor medida) sino que ponen en juego cierto capital en forma de $ETH.

El validador realiza un "depósito" o "apuesta" de cierta cantidad de $ETH en un contrato inteligente de Ethereum para recibir el derecho a proponer y votar bloques. Lógicamente se requieren ciertas computadoras, energía y conexión pero los requisitos son mucho menores y el "poder de validación" no depende del poder computacional. Desde The Merge (Septiembre 2022) la suma a depositar era de 32 $ETH. Desde Pectra (Mayo 2025) es una suma variable entre 32 $ETH y 2048 $ETH. El cumplir estos requisitos les da a estos usuarios el derecho a proponer y votar bloques.

Podemos decir entonces que “un validador es el responsable de verificar la validez de los nuevos bloques propagados por la red y, en ciertas circunstancias, de crear y propagar nuevos bloques” (ethereum.org). Veamos esto con un poco más de detalle.

Permanentemente se están realizando transacciones en la red. Estas transacciones para ser incluidas en la cadena, son agrupadas en bloques. Los bloques son conjuntos de transacciones que se realizan cada 12 segundos. Este es un periodo de tiempo llamado "slot" o ranura en castellano. 32 slots conforman lo que se llama una “époch” o época.

Pero volvamos a las transacciones. Las transacciones realizadas, antes de ser incluidas en bloque, son verificadas por los clientes de ejecución. Si todo es correcto, quedan en una especie de espacio de espera llamado "mempool".

Es importante destacar que, en la práctica, la tarea de construir el bloque a proponer suele ser delegada por los clientes de consenso a herramientas especializadas, como MEV-Boost. Este software, desarrollado para optimizar las ganancias de los validadores, permite a los block builders externos prearmar bloques que maximizan el valor extraíble (conocido como MEV, o Maximal Extractable Value) y las tarifas de prioridad (tips) de las transacciones incluidas. De esta forma, los validadores pueden aumentar sus recompensas sin necesidad de gestionar directamente la selección y ordenamiento de transacciones.

Pueden leer más sobre MEV aquí: https://ethereum.org/es/developers/docs/mev/

Ahora bien, cada slot, un validador es elegido aleatoriamente, a través de un mecanismo criptográfico llamado RANDAO, para proponer un bloque. Es decir, para que elija una serie de transacciones y las ordene e incluya en el próximo bloque.

Si bien el protocolo selecciona a un único validador para cada slot a través del mecanismo RANDAO, pueden existir casos en los que, por errores, fallas de red o comportamiento malicioso, se lleguen a propagar más de un bloque válido en ese mismo intervalo de tiempo. Por ejemplo, el validador asignado puede no haber difundido su bloque a tiempo, o puede haber nodos que reciban versiones distintas debido a la latencia en la propagación. Estas situaciones generan bifurcaciones temporales: distintas versiones de la cadena que coexisten por un breve período. Entonces, surge una pregunta esencial para el consenso: ¿cómo sabe la red cuál de todas esas posibles versiones es la correcta, es decir, la que debe seguir creciendo?

Para resolver este problema, Ethereum utiliza un conjunto de reglas conocido como Gasper. Este sistema combina dos componentes fundamentales: el protocolo GHOST y el mecanismo Casper FFG.

GHOST, por sus siglas en inglés "Greedy Heaviest Observed SubTree", es un protocolo que permite elegir la cadena más "pesada", es decir, aquella que tiene más bloques descendientes acumulados. Esto ayuda a Ethereum a manejar situaciones en las que múltiples bloques compiten por ser el siguiente válido. Gracias a GHOST, la red puede tomar decisiones rápidas y seguras sobre qué bloque considerar como la continuación válida de la cadena.

Ahora bien, volviendo al proceso de propuesta del bloque, podemos decir que la cantidad de transacciones a incluir por bloque dependerá del gas establecido para cada una. Cuanto menos gas consume una transacción, mayor cantidad de ellas pueden ser incluidas en un bloque, y cuanto más gas consumen, lo contrario.

Esto se debe a que el protocolo establece una cantidad máxima de gas por bloque. Actualmente, es de 36 millones de unidades de gas o gas units. Este límite de gas fue aumentado en febrero de 2025. Esta actualización se realizó de una manera particular, pueden leer sobre ello aquí: https://x.com/ETHKipu/status/1889725573854896220

Lógicamente, el validador intenta proponer un bloque con la mayor cantidad de gas posible, para que sea mayor su recompensa. Esto se da con procesos automáticos llevados a cabo por los clientes de consenso.

Tengamos en cuenta que los usuarios al momento de realizar una transacción deben definir cuánto gas van a pagar. Una parte de ese gas es fijo, y parte de lo que se llama “tarifa base”, que por reglas del protocolo se quema. Otra parte, llamada “priority fee” conocida como “tip” o “propina” puede variar según la decisión del usuario. La suma de estas propinas conformará en buena medida la recompensa del validador. Por eso se supone que el usuario que pague más “tip” tiene más chance de que su transacción sea incluida más rápido. Caso contrario, transacciones con tarifas de gas muy bajas pueden tardar mucho en realizarse o incluso quedar “trabadas” indefinidamente.

Pueden leer más sobre tarifas y gas aquí: https://ethereum.org/es/developers/docs/gas/

Teniendo en cuenta todas estas consideraciones (y muchos aspectos técnicos más que exceden este artículo) el validador elegido (proposer o proponente) comunica el bloque al resto de los nodos a través de la beacon chain. Estos, en sus clientes de ejecución, vuelven a verificar todas las transacciones del bloque. Si es correcto, el bloque se añade a la versión local de la cadena de bloques de cada nodo, y emite un “voto” o attestation al resto de la red confirmando su aceptación de este bloque.

Es en este punto, cuando en nuestra “billetera”, los momentos posteriores a realizar una transacción podemos ir viendo como va aumentando el número de confirmaciones.

Es importante aclarar que no solo los validadores son  los nodos que participan en este proceso. Existen también nodos completos que no validan pero que ejecutan ambas capas del cliente (ejecución y consenso) y mantienen una copia completa del estado de la red. Estos nodos no proponen ni votan bloques, pero verifican cada bloque recibido de forma independiente, asegurando que cumpla con las reglas del protocolo antes de aceptarlo en su propia versión local de la cadena. Su rol es clave para mantener la descentralización y la seguridad del sistema, ya que permiten auditar el comportamiento de los validadores y detectar cualquier intento de censura o manipulación.

La transacción se considera finalizada, una vez que el bloque ha sido confirmado por las dos terceras partes de los validadores, es decir cuando se ha alcanzado un CONSENSO.

Esta finalización no se realiza de un bloque por vez sino que se da entre todos los bloques que se encuentran entre dos “checkpoints” que son el primer bloque de una epoch y la siguiente. Cuando el 66% de los validadores han confirmado los bloques que se encuentran entre estos checkpoints podemos decir que ese epoch se encuentra finalizado, y todos los bloques que se encuentran en su interior y sus transacciones son definitivas.

Este proceso de votación y confirmación está regulado por el mecanismo conocido como Casper FFG, sigla de "Friendly Finality Gadget". La combinación de este componente con el antes mencionado GHOST, es conocida como Gasper.

Con todo esto, podemos ver que el consenso en Ethereum no se limita a una única acción o decisión puntual, sino que involucra una serie de procesos encadenados: la propuesta de bloques, su validación y votación, la propagación de la información en la red, la elección de la cabeza de la cadena y la finalización de los bloques. Estos procesos se sostienen tanto en reglas técnicas como en mecanismos de incentivo y penalización que garantizan el correcto funcionamiento de la red, incluso en entornos abiertos y sin confianza previa entre participantes.

Recompensas, penalizaciones y slashing

Hasta aquí vimos cómo funciona el consenso en Ethereum y cómo los validadores proponen, verifican y votan bloques. Pero no alcanza con que las reglas estén definidas: para que el sistema funcione de forma sostenible y segura, hace falta que existan incentivos claros para comportarse correctamente y penalizaciones significativas para quienes actúen en contra de las reglas.

Las recompensas provienen de dos fuentes principales. Por un lado, están las propinas pagadas por los usuarios que envían transacciones, conocidas como “tips” o “priority fee”. Estas se suman al bloque propuesto y se transfieren directamente al validador que lo incluye. Por otro lado, existe una emisión directa de ETH por parte del protocolo, destinada a premiar tareas esenciales como proponer bloques válidos o votar correctamente en cada epoch. Esta emisión no es fija: se ajusta dinámicamente según la cantidad total de ETH en staking. A mayor cantidad de validadores activos, menor es la recompensa individual, y viceversa.

Además de estas fuentes, los validadores también pueden beneficiarse del valor máximamente extraíble, o MEV, especialmente si utilizan software como MEV-Boost que les permite delegar la construcción de bloques a block builders especializados que optimizan las ganancias posibles en cada slot.

Ahora bien, si un validador se comporta de forma incorrecta o negligente, puede ser penalizado. Estas penalizaciones pueden tomar dos formas. La más leve ocurre cuando un validador permanece desconectado por largos períodos de tiempo, lo que reduce sus recompensas e impacta en su rendimiento. Pero también existe una penalización más severa: el slashing. Esta ocurre cuando un validador infringe reglas críticas del consenso, como votar de forma contradictoria (por ejemplo, en dos cadenas distintas al mismo tiempo) o proponer bloques maliciosos. En estos casos, una parte significativa de su ETH en staking es destruida, y el validador es expulsado de la red. Estas sanciones no solo buscan castigar el mal comportamiento, sino también disuadir ataques coordinados contra la red.

Este equilibrio entre incentivos y penalizaciones es lo que sostiene el consenso en Ethereum como un sistema vivo, robusto y descentralizado.

A modo de cierre…

Entender cómo funciona el consenso en Ethereum nos permite ir más allá de las definiciones abstractas y acercarnos a los fundamentos que sostienen su infraestructura técnica, política y económica. Lejos de ser un detalle de implementación, el consenso es la condición que hace posible una red abierta, verificable y sin permisos. En ETH Kipu creemos que conocer estos mecanismos no solo es clave para desarrolladores y validadores, sino para cualquier persona que quiera construir desde una perspectiva crítica y comprometida con el potencial transformador de esta tecnología.

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