Blog banner image

Escrito por Tomas Mika - 24 de julio de 2025

Initial Coin Offering

Hitos de la historia de Ethereum 2/3

Introducción

El 30 de julio de 2025 se cumplen 10 años del minado del primer bloque de la cadena de Ethereum. Pero, como dijimos en la publicación anterior, para llegar hasta allí hubo que recorrer un camino.

Esta es la segunda de tres publicaciones que realizaremos recorriendo hitos clave de la historia de Ethereum en ocasión de este décimo aniversario. En la primera hemos hablado del whitepaper, ese documento fundacional que explicó los principales aspectos técnicos del proyecto. Hemos recorrido aspectos circunstanciales de su redacción y presentación, pero también presentamos los conceptos centrales que Vitalik y el equipo habían plasmado en dicho texto.

Si quieren leer ese artículo, pueden hacerlo aquí.

El problema

Ahora bien, como todos sabemos, tener una idea genial es muy importante, pero por lo general, sin financiamiento ninguna idea puede llevarse a cabo. El mismo desafío debió enfrentar el equipo de Ethereum. Había que desarrollar decenas de aspectos para poner la red en funcionamiento: redes de prueba, clientes en distintos lenguajes, algoritmos de minado, etc.

A comienzos de 2014, Vitalik fue seleccionado para la Thiel Fellowship, una beca de 100.000 USD que le permitió dedicarse personalmente y a tiempo completo a la investigación y el desarrollo de las primeras ideas del proyecto. Poco después, un empresario e inversor temprano de Bitcoin, Antony Di Iorio, realizó un financiamiento inicial del proyecto, adquiriendo el carácter de cofundador.

Sin embargo, el proyecto se pensaba a gran escala y las necesidades económicas eran mayores. Ethereum no iba a ser “un proyecto más”. En palabras del propio Vitalik:

«Ethereum no es "una altcoin más", sino un nuevo camino para las criptomonedas y, en última instancia, para los protocolos peer-to-peer en su conjunto. Para ello, nos gustaría ser capaces de invertir una gran cantidad de fondos en la obtención de talento de primera categoría para mejorar la seguridad y la escalabilidad de la propia red Ethereum, pero también apoyar un robusto ecosistema Ethereum con la esperanza de traer otros proyectos cryptocurrency y peer-to-peer a nuestro redil.»

Ese comentario aparecía en un artículo del blog de Ethereum de enero de 2014, pocos días antes de la mencionada presentación del whitepaper en la conferencia de Bitcoin Miami, publicado por Vitalik con el nombre de Ethereum: Now Going Public.

La solución

A continuación, encaraba la cuestión financiera. Para ello anunciaba que próximamente comenzaría una preventa pública de $ETH para financiar el proyecto. Esta preventa fue lo que históricamente se conoció como el “ICO”, sigla en inglés de Initial Coin Offering (oferta inicial de monedas).

Con respecto a los planes del equipo para el protocolo con ese financiamiento, el mismo Vitalik decía:

“Durante toda la etapa de financiamiento, vamos a estar trabajando intensamente en el desarrollo. Muy pronto lanzaremos una testnet centralizada, un servidor al que cualquier persona podrá enviar contratos y transacciones. Luego, daremos paso a una testnet descentralizada para probar las funciones de red y los algoritmos de minado.

También tenemos previsto organizar un concurso, similar a los que se usaron para definir los algoritmos del Estándar de Encriptación Avanzado (AES) en 2005 y de SHA3 en 2013, en el que invitaremos a investigadores de universidades de todo el mundo a competir por desarrollar el mejor algoritmo de minería posible: uno que sea resistente al hardware especializado, difícil de centralizar y justo. Además, exploraremos otras alternativas como proof of stake, proof of burn y proof of excellence.”

Si bien Vitalik planteaba que dicha preventa se realizaría durante febrero y marzo de 2014, finalmente se llevó a cabo entre el 22 de julio y el 2 de septiembre de ese año.

A través del sitio fund.ethereum.org (ya está fuera de servicio; no entren a ningún sitio parecido que seguramente sea peligroso), las personas interesadas podían comprar ETH antes de su lanzamiento utilizando bitcoin. La oferta inicial era de 2 000 ETH por 1 BTC. A medida que pasaban los días, se podían conseguir menos ETH por la misma cantidad de BTC, llegando a un mínimo de 1 000 ETH por cada bitcoin.

Se vendieron más de 60 millones de ETH, con lo que el equipo fundador recaudó más de 18 millones de dólares en BTC.

Al momento de lanzarse la red, en julio de 2015, Ethereum disponía de un suministro de 80 millones de tokens “preminados”. Como pudimos ver, aproximadamente un 80% estaba distribuido entre más de 6.000 billeteras (no sabemos cuántas usó cada participante). El resto estaba repartido entre la flamante Fundación Ethereum (≈10%) y el equipo fundador (≈10%).

El ICO de Ethereum fue significativo y novedoso en el ámbito de las criptomonedas y la tecnología blockchain. Aunque el mundo de las finanzas tradicionales ya conocía las IPO (ofertas públicas iniciales de acciones), este formato de financiación comunitaria y programada fue algo completamente distinto.

Luego de Ethereum, muchos proyectos llevaron a cabo sus propios ICO, y se llegó a vivir lo que muchos llamaron una burbuja en 2017. Como toda burbuja, terminó explotando. Muchos proyectos, algunos con buenas intenciones y otros (tal vez la mayoría) con malas, prometían grandes avances tecnológicos y beneficios futuros, realizaban sus ofertas iniciales y luego desaparecían o fracasaban estrepitosamente.

Más allá de esas experiencias, el ICO de Ethereum sigue siendo un caso paradigmático del uso estratégico de este mecanismo para construir infraestructura pública digital.

Ahora bien… ¿Cómo era concretamente la experiencia del ICO?

Actualmente, adquirir un token puede resultar una experiencia extremadamente sencilla. Especialmente si lo hacemos desde servicios centralizados como exchanges. En 2014, la experiencia requería un poco más de destreza técnica.

En relación a eso, resulta interesante poder sumergirnos en un artículo publicado en el blog de Ethereum durante dicho período, cuya introducción decía:

“Aunque esperamos que la experiencia de compra de ether sea fluida para todos, reconocemos que siempre habrá situaciones en las que las cosas no salgan del todo como se esperaba. Tal vez se te corte la conexión en medio de la compra. Tal vez hagas clic por error en el botón de volver, en un enlace, o simplemente actualices la página mientras el proceso está en curso. Tal vez olvides descargar tu wallet. O tal vez creas que olvidaste tu contraseña y quieras asegurarte de haberla ingresado correctamente. En todas estas situaciones, lamentablemente, la experiencia va a ser un poco más compleja que simplemente descargar una app web: será necesario ejecutar algunos comandos desde la terminal con un script en Python.”

La guía incluía instrucciones detalladas para casos como:

  • Olvidar descargar tu wallet antes de cerrar la pestaña del navegador.
  • Confirmar si tu compra se había registrado correctamente.
  • Verificar si recordabas tu contraseña con pruebas en consola.
  • Finalizar manualmente el proceso de compra si algo se había interrumpido.
  • Recuperar BTC enviados a una dirección intermedia por error.

Para cada uno de esos problemas, se ofrecía una solución… siempre que tuvieras tiempo, atención al detalle y ganas de usar la terminal.

Pueden leer el artículo completo aquí:

👉 https://blog.ethereum.org/2014/07/23/ether-purchase-troubleshooting

Como ven, participar del ICO, si bien contaba con el soporte activo del equipo técnico y de comunicación de Ethereum que intentaba hacer todo lo más claro posible, no era una experiencia para cualquiera. Había que tener convicción, tiempo y cierto grado de familiaridad técnica. También, ganas de asumir el riesgo de confiar tus BTC a un contrato aún en desarrollo, por un token que en ese entonces representaba más una visión que una certeza.

Algunos datos de color…

Al momento del ICO de Ethereum, en julio de 2014, 1 bitcoin te permitía comprar 2 000 ETH. Eso significa que cada ETH costaba aproximadamente 0,0005 BTC, o lo que es lo mismo, unos 30 centavos de dólar.

A la fecha de redacción de este artículo (17 de julio de 2025), un solo ETH equivale a 0,0287 BTC, lo que representa un aumento de casi 4 700 % en términos de bitcoin. En dólares, el salto es todavía más impresionante: desde los 0,30 USD del ICO a más de 3.400 USD actuales, el precio de ETH se multiplicó por más de 11 000 veces.

Para quienes participaron en la preventa, el retorno fue histórico:

  • 11 090× en USD
  • 47× en BTC

En otras palabras: quienes invirtieron 1 000 dólares en el ICO y conservaron esos ETH hasta hoy, tendrían más de 11 millones de dólares.

A modo de cierre

Diez años después, este hito sigue siendo una referencia clave sobre cómo se puede financiar una infraestructura digital abierta sin depender de estructuras tradicionales. El ICO no fue solo una transacción económica, sino una apuesta colectiva por una nueva capa de internet: programable, descentralizada, comunitaria.

Desde ETH Kipu, nos interesa volver sobre estos momentos no por nostalgia, sino para recordar que detrás de cada línea de código que hoy corre en la red, hubo también decisiones, contextos, aprendizajes y riesgos asumidos. Ethereum se construyó paso a paso, con visión, colaboración y tiempo.

La próxima semana, cerraremos esta serie con la historia del bloque génesis, el lanzamiento definitivo de la red.

Sigamos conectando el presente con el futuro de Ethereum.

¿Te gustaría recibir novedades por email?

Tendrás en tu correo todas nuestras noticias y avances. Podrás darte de baja cuando gustes :)

Newsletter Illustration